domingo, 9 de febrero de 2014

Tiempo. En cuanto comencé a crecer, el calendario y el reloj se convirtieron en los monstruos que viven debajo de mi cama.

Puede ser domingo y ya estoy pensando en el viernes.

A veces me cuesta ver películas, le pongo pausa para ver en que minuto voy, cuanto he visto y cuanto falta por terminar. Cuando escucho una canción que me gusta mucho, suelo colocarla del comienzo segundos antes que termine, sólo para volverla a escuchar - esto unas 4 veces seguidas-.

Paciencia.

Pero también me gusta tomarme mi tiempo. No me molesta demorar en quedarme dormida, buscar la posición perfecta para esa noche, que por lo general, es la misma casi todas.