domingo, 19 de junio de 2022

H


mi papá nos inició en el cine desde muy pequeños, el exorcista fue una película que me prometió no arrendar, evidentemente lo hizo, y con una seguidilla de bromas durante varios años, logré verla recién el año pasado.

no tuve el mejor papá, ni tampoco las respuestas que necesité para sobrellevar la existencia que él mismo me dio, pero las fui encontrando precisamente en cada película que vimos juntos.

el otoño se llevó a mi padre, como si a propósito quisiera recordarme que la melancolía permanecerá siempre en mi carne, en la carne podrida de su oveja negra.

y aunque mi desconsolado rencor se desvanece con cada canción que consigue traerlo de regreso, la música que me une a mi papá me restriega la fuerza que aún me falta para dominar la pérdida y la despiadada velocidad del tiempo.



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